martes, 16 de febrero de 2016

¿QUÉ TAL SI ME PERDONO?

Foto de Terapia Emocional.

Me he sentado a tomar un café conmigo misma frente al espejo y me descubrí alzándome la ceja como siempre, entonces me dije a mi misma; ¡Ya estuvo bueno de ser tan dura! y qué lo mejor era simplemente. Perdonarme.
Me perdono por dejarme en último lugar infinidad de veces...
Me perdono por hacerme pedazos para completar a otros...
Me perdono por no tener tiempo para mí...
Me perdono por no hacerme caso, y tropezar con el mismo obstáculo una y mil veces.
Me perdono por poner mi salud como un pendiente y no como una prioridad...
Me perdono por haber hablado de más...
Me perdono por haberme callado...
Me perdono por confundir resignación con tolerancia...
Me perdono no gastar en mí lo que sin reparo gasto en alguien más que a veces no lo merece...
Me perdono por mentirme...
Me perdono por no verme al espejo más seguido...
Me perdono por no ser más amable conmigo misma...
Me perdono por no tenerme paciencia ni tener constancia...
Me perdono por ser tan ruda cuando se trata de mí...
Me perdono no encajar en un molde...
Me perdono por no permitirme muchas cosas...
Me perdono por no disfrutar de otras tantas...
Me perdono por no valorar los momentos que valen la pena y darme cuenta muy tarde...
Me dije a mi misma; debemos aprender a soltar, a dejar ir y sobre todo; ¡A perdonar!. Debemos hacer frente común contra el mundo que está en nuestra contra... simplemente es el mundo y la gente es gente con lo bueno y con lo malo, a veces sólo estamos parados en el camino equivocado con alguien que viene a todo pulmón y nos arrasa sin miramientos.
No hay explicaciones ni justificaciones, es así y así sucede.
¿Sabes?, le dije a mi niña interior necesito tu apapacho, tu abrazo, tu complicidad, he aquí el trato... Menos reproches y más amor, menos revivir el momento y más perdón.
¿Y si me perdono? Ampliamente y de verdad, sin echarme en cara después mi errores, sin pensar en un problema toda la noche, sin sentir un punzada con un recuerdo corrupto cruzándonos la mente.
¿Y si perdono mis errores y mi pasado?
Sí, me perdono, me acepto, me acomodo las piezas y me reseteo la memoria y el corazón para poder perdonarme...
¡Si, me perdono para empezar a vivir!

Lo encontré en el face y me gustó mucho. 

martes, 9 de febrero de 2016

Yo no te quiero a dieta...

Yo no te quiero a dieta...

Te quiero tranquila, deseo que dejes de cargar el mundo sobre tus hombros y que dejes de premiarte como un perro, con comida...

Deseo que dejes de poner a todo mundo encima tuyo, así sean tus padres, tus hijos, tus amigos o tus jefes...

Que dejes de comerte lo que sobra para que no vaya a la basura, poniendo a tu cuerpo como un contenedor de desperdicios...

Deseo que cuando tengas prisa y te ofrezcan agrandar tu combo por 10 pesos, les digas ¡NO!

Necesito que entiendas que no podrás cambiar el mundo, ayudar a todos los que te necesitan y estar para los que te aman si no empiezas a cuidarte...

Necesito que te AMES como amas a todos los demás, que te vuelvas tu principal prioridad y que no te trates como opción.
Que dejes de posponer el salón de belleza, de ofrecerte a tomar la foto para no salir en ella, y huir de ese instrumento de tortura llamado báscula...

Necesito que dejes de pensar en "comer por compromiso" o "porque te lo regalaron..."

Yo te quiero tanto chulada, que podría sentarme a oírte en un parque, en una banca, y ni el café me haría falta...

 





Yo no te quiero a dieta, ni delgada, ni loca de fitness. Te quiero sana, te quiero guapa, te quiero así divina pero con las ganas de hacer las paces contigo misma, con esa mujer que ya se dejó el cabello desatendido y no recuerda cuándo fue la última vez que estrenó algo...

Porque pararte frente al espejo a ponerte linda no te hace menos mamá, menos tía, menos abuela, menos mujer, menos menos esposa o profesional...

Porque mientes al decir que nadie te mira, ¡Te miras tú!

Tú, tu primer, verdadero y leal amor,
Tú, tu juez más dura,
Tú, tu gran saboteadora,
Tú, quien no se perdona,
Tú la persona más importante en tu vida...

Yo quiero que este día dediques un momento a hacer algo para TI, una buena lectura, un proyecto, algo que hayas postergado por creer que no lo mereces o no tienes tiempo. Te invito a dejar de llenar con comida el silencio, a sacar lo dulce y confrontar lo amargo, a observar tu interior, a perdonarte, y vas a ver, te lo prometo, que la palabra perdón cuando viene de una para consigo misma te saca 2 kilos al menos...



Lo encontré en el face y me gustó. Yo soy una comedora compulsiva recuperada. Ya hace mucho de todo esto pero es para toda la vida, no se olvida. Otra cara más de la neurosis ó la enfermedad mental y emocional.