Es tan liberador cuando uno deja de controlar. Da miedo al comienzo, es un ejercicio diario y a consciencia pero es la única manera. La certeza que todos los días se puede empezar de nuevo da esperanza, fortaleza, ganas de levantarse y seguir.
El aprendizaje es gradual. Escuché decir en los grupos entrégale las riendas a Dios.
Antes de eso tuve que reencontrarme otra vez con mi Poder Superior y luego de poco me voy entregando. A veces las doy de entrada, pero son las menos, otras cuando ya no puedo más y estoy vencida.
Pero algo que estoy descubriendo de a poco, muy de a poco es a confiar en que las respuestas llegan. Sólo tengo que estar alerta y verlas. Ser paciente porque todo llega cuando tiene que llegar.
Lo bueno y lo malo. Aprender de lo malo para seguir y agradecer lo bueno. Agradecer la vida, el amor de mi familia, agradecer un nuevo día.
Alguien me decía que estamos tan acostumbrados a mirar siempre lo que nos falta que no vemos todas las cosas maravillosas que tenemos.
En eso estoy, aprendiendo a estar más alerta, a apreciar lo que tengo en lugar de desear lo que no tengo y sobre todo en mejorar cada día mi conexión con Dios
Sólo por hoy seré feliz
Pondré en práctica la frase de Abraham Lincoln: " casi todo el mundo es tan feliz como se lo propone ".
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