martes, 28 de julio de 2015

Tolerancia





Me había convertido en mi peor enemigo, era mi juez y verdugo, no me perdonaba ni el más leve error, como dejar las llaves pegadas adentro del casa, a que me cortaran la luz por haber olvidado pagar el recibo o que fuera a coser una prenda y no tuviera hilo del color, el cierre, o rompiera la aguja, le daba más importancia al error que a mi persona, pasaba noches sin dormir pensando que tantos errores cometí durante el día, exigiéndole a mi cuerpo que trabajara de mas para tener mucho dinero, sin importarme la gastritis, dolores de cabeza, colitis nerviosa etc. Siempre trate de ser una persona “perfecta” para que los demás me aceptaran, me elogiaran, me admiraran y me dieran valor, un respeto, cariño, actitudes negativas hacia mi persona lo único que lograban era que bajara mas mi autoestima y al bajar me volvía más intolerante hacia mí.
Empecé a trabajar con el programa de N.A.; con la tolerancia hacia mí, conmigo y para mí y descubrí muchas cosas, en primer lugar, acepte con humildad que soy un ser humano con limitaciones, que cometo errores y que no es malo cometer errores, lo malo es quedarse en el error y ver que los errores me sirven (si yo quiero) de escalones hacia la superación. También aprendí que no puedo dar a los demás lo que no tengo, primero para mí como es la tolerancia, el respeto, la compresión, apoyo, ternura, lealtad y honestidad.
Ahora que ya he aprendido a ser tolerante conmigo he empezado a trabajar otros aspectos de mi vida, con respecto a la tolerancia. Por ejemplo no me gusta lastimar o herir a nadie porque me amo demasiado y no me gusta que me lastimen; cuido mucho mi lengua al hacer comentarios irónicos porque alguien puede salir lastimado y el remordimiento caería sobre mí, ahora sé que no puedo exigirles a los demás lo que yo no soy capaz de dar.
He descubierto que todos los seres humanos aunque somos imperfectos tenemos muchas cualidades.
Al aprender a tenerme tolerancia, ya me es más fácil ser tolerante con los demás, poner mis propios límites, aceptarlos con sus cualidades y no permitir que me afecten sus errores, debo de admirar sus logros y no criticar sus carencias. Hoy he descubierto que se gana más con una sonrisa que con una crítica, hoy trabajo siempre el “solo por hoy”.
(Extracto de la revista Fraterna de N/A n°28  que me mandó una compañera del grupo).

Un breve comentario de por qué elegí esto. Es mi piedra en el zapato estos días y tengo que trabajarlo. Ver de dónde viene, revisar el historial, ver mi accionar en el presente, observarlo, trabajarlo en tribuna, admitir, y trascenderlo. Se qué al ver de frente las cosas cambian. Hay que enfrentarse con honestidad a los defectos de carácter, a las cosas que queremos modificar de uno mismo. Se logra. Con nuestro trabajo y con la ayuda de Dios se puede estoy convencida, me ha pasado con otras cosas. Pero hay que enfrentarlo y trabajarlo. Y en eso estoy ahora. Mientras tanto mi intolerancia emoción ingobernable en este momento está haciendo la vida un poco imposible a la gente que me rodea. Así que a meterme de lleno en este tema. Detectar, admitir, corregir. 
Respirar, pedir al PS fortaleza. Sólo x hoy trataré de ser menos intolerante conmigo y con la gente que me rodea. Si es tu voluntad. 

 

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